lunes, 23 de enero de 2012

Por el miedo a equivocarnos.

Éramos distintos imposibles, de un futuro menos claro,
entender bien lo que dices me hace sentirme tan raro.
Empieza todo a hacerse triste, a quedar del otro lado,
tú también lo prometiste, fuimos dos equivocados.

Y ahora este sitio está lleno de noches sin arte,
de abrazos vacíos, de mundos aparte,
de hielo en los ojos, de miedo a encontrarse,
de huecos, de rotos, de ganas de odiarse,
ya lo llevo sintiendo: me quedo sin aire,
el cielo ha caído, se muere, se parte;
solo es un infierno sostenido,
solo es un esfuerzo relativo.

Y solo digo que nunca quise hacerte daño,
pero todo se nos fue,
y auque ahora somos como extraños...
Yo jamás te olvidaré.

martes, 3 de enero de 2012

Querido diario.

Hoy es día tres. El número tres me gustaba muchísimo de pequeña: era el que ganaba todos los sorteos de clase. Cada vez que nos decían "hay que sortear esto. Pensad en un número del 1 al 20" yo nunca lo dudaba: el primero que decía era el tres, y el siguiente el nueve, porque era mi número favorito (que es un múltiplo de 3).
Pero, desde hace exactamente un mes, no se si debería considerarlo algo más... ¿especial? Yo creo que no, porque no se puede poner fecha a algo que apenas existe. Además, él ni siquiera se va a acordar. Por otra parte... ¿debería recordárselo? Es mi incógnita de toda una semana. No lo sé, a mi me parece que quedaría demasiado "calculador". Lo que me frena es eso, que no sé si él considera lo nuestro lo suficientemente serio como para marcar un día de inicio. Por otra parte... ¿le gustaría que se lo dijera? A lo mejor se siente "halagado" porque me interese por lo nuestro.
Lo dicho, diario, que lo mío no es normal. Si algún día consigo aclararme yo misma, te lo contaré sin falta.
Forever Stupid.