sábado, 20 de agosto de 2011

La música


Furiosa, entró en la habitación y cerró de un portazo. Sus ojos almendrados estaban rebosantes de lágrimas. No iba a llorar, se dijo, al menos no por una estúpida discusión con sus padres. Cerró los parpados y respiró hondo. Cuando los volvió a abrir estaba mucho más calmada, pero no era suficiente; los vestigios del enfado aún estaban en su interior, incandescentes, esperando para aflorar en cualquier momento. Se dirigió a su escritorio, cogió sus auriculares y se tumbó en la cama. Con infinito cariño escogió su canción favorita: una canción de piano que se asemejaba a una nana. La melodía la envolvió, y poco a poco consiguió relajarla. La música era su vida. Para ella, un mundo sin música equivalía a un mundo apagado y descolorido, sin luminosidad. Cuando su ánimo decaía, únicamente las notas de una canción lograban consolarla. La sumían en un estado más sereno, y le permitían verlo todo desde un punto de vista más objetivo. Le pesaban los párpados, y poco a poco dejó de tener conciencia del paso del tiempo. Entretanto, los acordes finales de la canción se alejaban, disipándose en el aire.

http://www.youtube.com/watch?v=IcTpsXCZo1c&feature=fvst

2 comentarios:

  1. Buf, me encanta!. Tus descripciones son impresionantes, es como si lo estuvieras viviendo tú misma.
    Ya sabes que quiero leer más cosas tuyas;)
    Te quiero(L)

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  2. Gracias, muchas gracias!!! La verdad es que al escribir me imagino a los personajes, al entorno y a sus emociones, y describo lo que "veo".
    Pero tu tampoco estas para quejarte, doña Basíleia :P
    TeQuiero(L

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